Manos que trabajan, manos estropeadas
Las manos son una de las partes más importantes de nuestro cuerpo. Nos permiten realizar un sinfín de tareas, desde las más básicas, como comer o vestirnos, hasta las más complejas, como trabajar o practicar deportes. Por eso, es importante protegerlas de lesiones. Pero, a veces, las manos están destinadas a sufrir. Y es que, como dice el dicho, "manos que trabajan, manos estropeadas". Las lesiones óseas de las manos son un tipo de daño que afecta a los huesos de la mano. Pueden ser causadas por una variedad de factores, como accidentes, caídas, golpes o movimientos repetitivos. Los tipos más comunes de lesiones óseas de las manos son: Fracturas: Una fractura es una rotura en el hueso. Las fracturas de las manos pueden ser causadas por un golpe directo, una caída o un movimiento repetitivo. Luxaciones: Una luxación es una dislocación de una articulación. Las luxaciones de las manos pueden ser causadas por un golpe directo o un movimiento repentino. Artritis (inflamatoria o